La aparición de textos inéditos de Gabriela Mistral ha causado revuelo entre los estudiosos y lectores de la escritora. No se trata realmente de un descubrimiento: eran papeles que tenía en su poder Doris Dana, amiga, albacea y heredera de la autora, y que estaban destinados a permanecer hasta el fin de los tiempos en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, pues Chile, en su opinión, carecía de las condiciones técnicas para la conservación y estudio de tales materiales.
Dana murió en noviembre pasado y, pese a su decisión, su sobrina Doris Atkinson —una ingeniera estadounidense que sólo sabía de la Mistral que había recibido el premio Nobel— permitió al investigador Luis Vargas Saavedra acceder a los textos. Él en persona echa el cuento en esta nota publicada ayer por El Mercurio, donde adelanta que esto duplicará la obra conocida de la Mistral.
Faenamos igual que en una ceñida oficina, Elizabeth Horan, historiadora que esmera su biografía de Gabriela Mistral revisando los papeles a la busca de cartas y fotos; mi esposa, Carmen, que me asiste en el delicado trato a los manuscritos; Doris Atkinson, que se atarea en los preliminares del traslado de todo este cúmulo a Washington, y yo, que voy hallando más y más poemas inéditos para las obras completas. Si antes de venir ya tenía 80 y tantos, ahora voy llegando a los 100, y éste es sólo el tercer día de rastreo.
Doris Atkinson ha decidido, desoyendo a su recelosa tía, entregar los textos a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile para que el pueblo chileno y los lectores del mundo puedan, algún día, conocer la cara oculta de la escritora.
¿Qué había en los archivos de Doris Dana? Aquí algunos detalles:
Cinco álbumes de cuero negro, de unos 50 por 40 centímetros, que contienen fotos de Gabriela Mistral, Yin Yin, padre, madre y familia, la mayoría desconocidas. Muestran diferentes etapas, edades, lugares y permiten acompañar su periplo; verla joven y luego vieja. Las de Yin Yin también dejan seguir su evolución de niñito chico feliz a serio, amurrado, incluso sombrío.
El número de carpetas es de alrededor de 400.
La prosa está archivada con varias copias, de modo que un artículo periodístico se repite 3 o 5 veces.
Elizabeth Horan estima que ella ha escaneado 500 cartas inéditas. Yo he fotografiado 860 hojas que corresponden a 78 poemas con todas sus versiones (un poema suele evolucionar en tres versiones).
La resolución de Dana de encargarse personalmente del archivo de la Mistral la superaba, en palabras de Vargas Saavedra, quien le achaca la culpa “de que en los Estados Unidos no se la haya considerado como la magnífica escritora universal, como el genio verbal que ella es”. No es hora de recriminaciones, supongo, y así lo entenderán los hambrientos lectores de la escritora.
Hola, buen día.
Te invitamos a conocer el nuevo blog de literatura que hicimos: http://www.narcisoygoldmundo.blogspot.com/
Un saludo y muchas gracias por el espacio,
Para Mí
Últimamente se están abriendo una infinidad de antiguos baúles empolvados que pertenecieron a poetas y escritores de hace décadas. La consecuencia: la aparición de documentos y testimonios inéditos. García Lorca, Machado, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral… Y los que aún faltan por desempolvar! Curiosamente, muchos de estos hallazgos vienen a desterrar teorías sobre ellos y ponen en peligro lo anteriormente establecido por los estudiosos y catedráticos. ¿Por qué muchos aún permanecen en secreto? ¿Por qué se censura información de muchos de estos autores?
LaS SoRpReSaS NuNCa DeJaRaN De SaLiR,NiNgUn EsCrItOr SuElE MoStRaR Lo Q HiZo En BoRrAdOr, Y Si Me EqUiVoCo ,, DiGaNmElO ,………
Wow… de verdad es asombroso esto. Cómo me gustaría tener en mi poder una copia de eso.
Saludos
Vivo cerca de Roslyn Harbor, poblado en la costa norte (del Gran Gatsby) de Long Island, Nueva York, donde pasó sus últimos días Gabriela Mistral, atendida por su mejor amiga. No muy lejos también está el edificio del hoy cerrado Hempstead General Hospital, donde murió la poeta. Que yo sepa, no existe en estos pueblos ninguna calle que lleve su nombre, ni siquiera una placa que señale el lugar donde vivió.
Jorge: te invito a pasar por mi blog porque te he escogido para el MeMe, un ejercicio literario/blogueril.
Interesante!
Sólo queda la duda… ¿serán en verdad sus escritos?
Cuántos lienzos que le adjudican a grandes pintores terminan siendo falsos?
Cuántos escritos ruedan por allí con el nombre de García Márquez y de Borges y esas reflexiones supefluas no tienen nada que ver con esos autores.
Sin ninguna duda interesante tanto por lo que dice como por las incógnitas que pudieran surgir.
Saludos!
Interesante!!! Me gusta Gabriela Mistral… Sobre todo «Volverlo a Ver»…
Vale la pena revisar a ver 🙂
No sé que decir. Lo primero que me viene a la cabeza es un rechazo ante el irrespeto a la decisión de la escritora y su albacea`. Luego excitación y curiosidad por el contenido de esos tesoros…y la cabeza se me llena de especulaciones y sentimientos encontrados.
¿Debo darle las gracias por el post?..he ahí el desideratum.
Yo, en lugar de la sobrina, habría respetado el deseo de las ahora difuntas, por sobre todas las cosas…
Interesante lo de la Gabriela, es el lado oculto de la luna que va a conocer la luz…creo que la Mistral tiene mucho que decir, sobretodo con respecto a una vision real (aunque no oficial) de una sociedad chilena muy tradicional en su composicion y en su cultura. Espero tener acceso, como historiador, a todo su material inedito. Quien mejor que ella para retratar el dolor, la impotencia y la pena de los sin rostro…