El Quijote y los aminoácidos

Incitatus desarrolla, cada miércoles en El Confidencial, una particular lectura comentada de El Quijote. En su edición de hoy lanza esta teoría de un médico andaluz, José García, según la cual la obra maestra de Cervantes tiene sus paralelos con, nada más y nada menos, los aminoácidos. Dice Incitatus citando a García:

…las proteínas son moléculas fundamentales para la vida. Se forman a partir de cadenas de aminoácidos, que es lo que se denomina estructura primaria. La estructura secundaria es la unión de todos estos aminoácidos en forma de cadena lineal (A-B-C-D-E…). Pero esto es nada, una proteína lineal no sirve absolutamente para nada, ya que lo que realmente dota a la molécula de funcionalidad es la estructura terciaria, que se adquiere mediante una serie de enlaces que surgen entre los aminoácidos (por ejemplo, de la A a la D); la consecuencia natural es que la cadena comienza a retorcerse, a plegarse, a adoptar una conformación espacial que es, en último término, en la que reside su función. Pues eso pasa aquí, a partir de Sierra Morena, ya lo insinuaba la semana anterior y lo confirmo en ésta, comenzamos a «enlazar» capítulos de forma no lineal, aquí lanzamos puentes hacia el capítulo de la Venta y hacia el de Andrés. Todo esto hace que la novela se arrugue, se retrotraiga sobre sí misma, adquiriendo una complejidad que empieza a ser muy interesante.

Aunque según Incitatus —quien dice releer el Quijote cada año impar— no hay cristiano ni médico residente que entienda el planteamiento de García, la verdad es que está simpático. En la edición de hoy habla de El curioso impertinente y de los hechos que ocurren entre los capítulos XXXVI y XXXIX.

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