Es interesante el caso de Lluïsa Forrellad: a los 26 años gana el premio Nadal con Siempre en capilla, desaparece por medio siglo y ahora sorprende al mundo editorial con una novela en catalán: Foc latent, una historia de amor ambientada en la Barcelona de finales del siglo XIX.
Las razones de Forrellad para mantenerse en silencio todo ese tiempo pudieron ser muchas, pero al menos en este reportaje se resumen en dos: se sintió desbordada por las expectativas que se crearon a su alrededor y, por otro lado, se dedicó a vivir la vida.
Dentro de la vida que vivió se encuentra la producción de otras ocho novelas que permanecen inéditas, y que surgieron lentas y titubeantes, pues cada línea se le hacía «floja» a su autora y esto la hacía corregir sus textos una y otra vez. A mi manera de ver, el afán de perfeccionismo y una humildad extrema se conjugaron para mantener a esta escritora lejos de las librerías por tanto tiempo.
Una nota más: alguien debería decirle a la gente de Angle Editorial, el sello que publicó el libro, que mejore el diseño de su sitio en Internet. Casi fue cuestión de suerte que pudiera hallar la imagen de la portada.
Pues….ahora sí ! 😉 Vuelvo pronto.
Muchos escritores que se sintieron «desbordados» por el éxito jamás se recuperaron. No volvieron a publicar nunca más. No, por lo menos, lo que se esperaba de ellos.
¿No fue Rulfo un escritor desbordado por el éxito?
historia increible la que nos cuentas, Jorge, ni yo, siendo catalán conocia esta historia (aunque descubro que esta frase no es nada humilde por mi parte; ni que yo fuera el chamo más informado del mundo). Teníamos los catalanes un autor fantasma, el gran Miquel Bauçà, del que prácticamente solo se conocia un código postal. Se encontró su cadaver a los quince días de haber muerto. Es uno de los mejores escritores catalanes (balear) que hemos tenido nunca.