Cruzo la calle Marx, la calle Freud; ando por una orilla de este siglo, / despacio insomne, caviloso / espía ad honorem de algún reino gótico, / recogiendo vocales caídas, / pequeños guijarros / tatuados de rumor infinito. / La línea de Mondrian frente a mis ojos / va cortando la noche en sombras rectas / ahora que ya no cae más soledad / en las paredes de vidrio. / Cruzo la calle Mao, la calle Stalin; miro el instante donde muere un milenio / y otro despunta su terrestre dominio. / Mi siglo vertical y lleno de teorías… / Mi siglo con sus guerras y posguerras / y su tambor de Hitler allá lejos, / entre sangre y abismo. / Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios / por un trago, por un poco de jazz, / contemplando los dioses que duermen disueltos / en el serrín de los bares, / mientras descifro sus nombres al paso / y sigo mi camino.
Eugenio Montejo, Adiós al siglo XX (1997).
Anoche se fue Eugenio Montejo, dejándonos con esto encendido, no sin antes despedirse de su siglo vertical y lleno de teorías. En 2002 había revelado las bases de su credo: La poesía es la última religión que nos queda. Si hay un juicio final, será ante ella.
Actualización (4:50 pm): Los restos del poeta Eugenio Montejo están siendo velados en la capilla Gran Salón de la Funeraria Abadía Imperial, en la avenida Bolívar de Valencia (Carabobo), y serán sepultados mañana sábado 7 de junio a las 9 de la mañana en el Cementerio Jardines del Recuerdo.
Qué tristeza…
…siguió su camino, Don Eugenio Montejo. Don, porque alude a esa gentileza tan suya y tan nuestra. Me gustó que escogieras ese poema, Jorge,a sabiendas de lo difícil que es escogerlo cuando se trata de un gran poeta,como el que se nos fue anoche, pasadas las diez, cuya erudición estaba despojada de todo gesto de prepotencia e imbuída de un enorme interés por relocionarse con su interlocutor.Sí. Siguió su camino, dejándolo abierto a todos los que acostumbramos a deambular por su poesía, con el goce íntimo que sólo nos otorga, la que se desliza por los afluentes del lenguaje,entregándonos los ecos de su resonancia…
En efecto, Kira, gran tristeza.
Marisela, para un poeta que como Montejo lo dijo todo, sus deudos —que somos, también, todos— le haremos el mejor homenaje, su lectura. En casa estuvo desde siempre aquel poemario añejo de Montejo, Élegos, que el autor le firmó a mi papá en algún momento de sus 19 años. Fue ese libro el que me inició en la lectura de poesía; es decir, había leído poesía, pero no fue sino hasta que reparé en la existencia de ese libro en la biblioteca cuando aprendí a apreciar el género. Montejo fue el primer poeta al que admiré, el primero que me dio esos golpecitos suaves pero fulminantes que da la poesía mayor. Brindo contigo, y con mis amigos, por que el viaje de Don Eugenio Montejo sea un buen viaje.
Para Eugenio Montejo: Hubo de morir un gran poeta para que yo lo conociese. Hermosa la elecciòn de la poesìa y quiero repetir este verso, que condensa su tìtulo:
MIRO UN INSTANTE DONDE MUERE UN MILENIO
Y OTRO DESPUNTA SU TERRESTRE DOMINIO
Gracias por permitirme conocerlo. Rosa
Argentina
Saludos.
Que noche más triste.
El poeta ha hecho silencio, para renacer con una nueva voz.
Conocí a Montejo en Maracaibo, hace algunos años, durante un simposio que se celebraba en su honor. Me firmó una copia de «Algunas Palabras», se emocionó mucho cuando lo vió, se puso contento, a mí se me enredó la lengua y no pude decirle lo mucho que admiraba su trabajo y su vida y lo mucho que me habia influenciado.
Hoy he publicado un pequeño homenaje en mi blog principal y en otro blog en Argentina lo he copiado.
El silencio cae como un hacha.
Descanse en Poesía.
Imprescindible poeta. La araña veloz se ha quedado sin uno de sus mejores escribas.