Gaby

Compártelo en tus redes:

Gaby

Hace unos cuatro años Gabriela Carolina, mi Gaby, se apareció en casa con la gran noticia: Papi, tengo novio. Tres palabritas, lo sabe todo aquel que tenga hijas, que bastaron para que la cara se me pusiera de un rojo intenso y las orejas se me incendiaran por dentro. Nos miramos durante unos segundos que transcurrieron vastos como una eternidad mítica, y al final sólo pude sonreír pues mis ojos vieron claramente en sus ojos una certeza: mi hija de dieciséis años estaba enamorada.

Ricardo resultó ser un muchacho cabal, serio y emprendedor al que no le costó mucho hacerse de mi confianza. Hablaba con el tono orgulloso del niño al que acaba de crecerle la voz, el mismo tono del niño que empieza a ser hombre sin saberlo. Gaby se iluminaba y lo iluminaba cuando estaban juntos e incluso cuando no. Ambos construyeron una relación sólida y feliz y rápidamente se convirtieron en el centro de un grupo de chicos que apenas estrenaban sus carnets universitarios.

Gaby y RicardoEl viernes 28 de mayo Ricardo y mi Gaviota murieron en un accidente de tránsito sin haber cumplido los veinte años. Lo escribo así, de un tirón, como obligan la tristeza y el dolor y la rabia, como obliga la ruda precisión de un hecho que no puede cambiarse ni atenuarse: un hecho irremediable.

Quedan conmigo, para animarme a seguir avanzando, mis otros dos hijos, Mariana y Jorge. Queda, también, el vivo recuerdo de mi Gaby, mi Gaviota, mi Gabinete, que supo afrontar su corta vida con una sonrisa enorme, saludable, y una actitud vigorosa que siempre la mantuvo alejada de la derrota. La misma actitud con la que apenas ayer venció el terror que le producía su primer día en el preescolar, cuando al ver a los demás niños cantando alrededor de la maestra, se secó las lágrimas y exclamó, sonriente: ¡Papi, pero si esto es como una fiesta!

Mi niña me deja con el recuerdo feliz de la última tarde que pasamos juntos, el jueves 27, unas horas antes de su partida. El cielo anunciaba lluvia y salimos al patio a hacer planes, pues es sabido que a los diecinueve años sólo se tienen planes. Hablamos de un viaje y de otras cosas para las que empezábamos a prepararnos. Nos abrazamos, yo miré el cielo gris y besé su frente. Su sonrisa se despidió de mí unos minutos más tarde.

Vaya para ti, mi Gaby, mi Gaviota, este tributo insuficiente a tu sonrisa, a tu alegría de siempre.

Si te gustó esta nota, quizás te gusten también estas:

Compártelo en tus redes:

104 thoughts on “Gaby

  1. No lo conozco a usted, tampoco a su hija. Somos de países muy distantes, pero acabo de encontrarme con este relato. Lo leí, lo volví a leer y se me han grabado dos palabras: sonrisa y recuerdo.

    Nada, absolutamente nada este mundo ni en algún universo paralelo, podrán amenizar el dolor de estos días ni de los venideros.
    Por experiencia propia sé que las palabras de aliento no alientan, que el pésame no aminora el pesar y que las condolencias no disminuyen la rabia y la impotencia que sólo pocos han podido compartir.

    Sólo puedo acercarme desde mi lejanía y decirle a usted, a su familia y a su hija:

    «Muerte, haz de ti una coma,
    una pausa que no desgaste el sentimiento
    y que prometa, arrodillada ante una playa
    que el amor y la vida son más que tú.»

    Un abrazo a la distancia,

    Danae Alvarez C.

  2. Ay mi querido,

    Sé que sobretodas las cosas vas a homenajearla con tu labor y a través de sus hermanos, que efectivamente te necesitan ahora como nunca (y tú a ellos).

    Mi pésame a la familia entera, que ciertamente debe estar aún tratando de entender que pasó.

    Un abrazo «duro»

  3. Querido Amigo
    Anoche supe esto y estoy muriendo contigo, ojala tuviera las palabras que te den un consuelo pero no las tengo, porque se que nada sirve, nada. Llora todo lo que necesites llorar, Dios sabe que daria todo por estar contigo ahora, y yo se que tu prefieres estar solo, pero desde mi necedad te digo : Aqui estoy a la hora que sea, sabes que te quiero mucho, por tanto tu dolor me duele, dejame llorar contigo en la distancia.
    Te llamare durante el dia. Un abrazo

  4. Qué hermoso, mi querido pana!
    El dolor también puede producir belleza, belleza que si no responde interrogantes, al menos mitiga su horror.
    Lo lindo de esta terrible e inexplicable historia es que continúa con ellos juntos, como en un viaje misterioso y cautivante a la vez (como deben ser los viajes que valen la pena).
    Y era eso lo que quería decirte el sábado y no me atreví, cuando nos despedimos en Maracay con un abrazo: consuela saber que, a dónde sea que conduzca ese viaje, se fueron juntos y enamorados.
    Va un vigoroso abrazo, hermano.

  5. Ricardo estudió con mi hijo y solíamos verlo en el San José, el mismo viernes todos comentábamos el accidente pero nunca me pasó por la mente que era tu hija. No tengo palabras realmente, solo te mando un abrazo solidario en este momento triste.

  6. Querido Jorge:
    Lindo y emotivo texto. Dolorosa y tierna despedida. Estremece leerte; otra vez las letras son refugio y desahogo. En silencio siempre están ahí, para aferrarse a algo después del vacío.
    Recibe nuevamente mis condolencias.
    Carolina Lozada

  7. Te adoro, mi querido, y te llamaré cuando pase un tiempo y puedas atender el teléfono, sé que en estos momentos no es tiempo de que conversemos, sólo el silencio puede expresarte lo mucho que te amamos y lo mucho que estamos contigo todos aquellos hacia los que has tendido puentes entrañables de cariño. Desde mi sur, desde Montevideo, para ti, para ustedes, pero sobre todo para Gaby, el corazón en las manos, vuestro.

    Te quiero, «a mares».

  8. Jorge: Tu perdida me tiene secuestrada la alegria, cada vez que me siento frente a mi computadora lo primero que hago es abrir el face y ver tu pagina y llorar un poco a tu lado… No imagino tu desolacion, y al ver a mis dos pollitos en la tarde cuando llegan ruidosos y sucios del colegio, solo puedo pensar en ti… Espero que la sonrisa eterna de tu Gaby le de poco a poco calidez de nuevo a tu corazon… Estoy contigo!!!

  9. Querido Jorge:
    Te pienso y pienso en mi papá, y en lo noble que ha sido la vida al dármelo, y leo tu nota y entonces quiero creer que tu gaviota vuela con la misma libertad que le proveyó tu amor, que en ausencias de razones, sólo más amor nos mitiga en alguna medida, esa tristeza; más amor como motivo y más inspiración en su sonrisa.

    Te abrazo con el corazón.

  10. Mi queridísimo Jorge, lo único que quisiera en estos momentos es tener la palabra certera, la que mitigue el dolor. Pero las palabras a veces no acuden y se vuelven torpes. Sólo atino a decirte que te quiero mucho y que Gaby fue una chica afortunada por tenerte de papá. Qué hermoso homenaje le haces con este texto.

    Abrazos.

  11. Me quedé con las lágrimas en los ojos ante la magnitud del dolor de perder a una hija. Pensé en la mía, en mi sobrina, en las amiguitas de mi hija, en todas las hijas hermosas y en sus padres.

    Y también pensé y sentí lo maravilloso del amor que transmites en cada una de las palabras de tu escrito. Un amor que no es letra en un papel sino que está vivo y que seguirá vivo.

    Un gran abrazo virtual es lo único que puedo ofrecerte en este momento.

  12. Estimado Jorge, no hallo palabras para transmitirte mi consternación. Lamento mucho este golpe de la vida. Quisiera poder hallar la frase que te diera aliento suficiente, y alivio, pero ¿cómo?…
    Sólo puedo pedirte que sigas adelante, por ti, por tus hijos, por tus proyectos y sobre todo por la memoria de tu hija.
    Miguel.
    Buenos Aires.

  13. una hermosura de texto que abarca todo el amor y todo el esplendor de la sonrisa de tu hija. sonrisa que te iluminará desde donde esté y te dará la luz para lidiar con su vacío y continuar el camino por tu mariana y por tu jorge. un abrazo.

  14. Cuanto dolor sólo sé que los hermosos recuerdos que tienes de tu hija y de Ricardo te servirán de bálsamos en estos días de tristeza magna. Abrazos no te conozco pero leí esta nota y estoy en lágrimas.

  15. Mi muy querido amigo:

    Cuánto lamento este trago tan amargo. Recuerdo cuando conocimos a Gabriela chiquitica y cómo bromeábamos contigo en la universidad cuando te decíamos que la volverías a traer cuando tuviera quince años. Comparto tu dolor y confío en que la Providencia tendrá la generosidad de apoyarte.

    Un abrazo y muchas bendiciones

    Maite

  16. Amigo Jorge, mis palabras escritas a través de este teclado, de este pc, no podrán nunca mitigar el dolor, sabes? es y será como una ola, viene y va, muchas veces se instala por varios días, muchas veces pareciera irse para no volver, pero sigue allí, como un loco que quiere cruzar la calle, y la cruza cuando menos crees que lo hará, en el momento menos esperado, se lo que es llorar por un hijo, sé lo que es añorar verlo de nuevo, acariciarlo de nuevo, se lo que es sentir palabras vacias de otros, cuando dicen: «Era un Ángel por eso Dios se la llevo», no es suficiente, nada lo será nunca.

    Paciencia amigo, mucha resignación, y seguir tratando de vivir sin ellos físicamente, sólo con el el amor y los recuerdos que viven en vnuestros corazones. Eso sí vive tu dolor, tu pena, vive tu duelo. Eso ayudará poco a poco, muy lentamente a volver a hacerte vivir, a volver a vivir como antes pero sin ellos.

  17. Jorge, que triste tener que leer esto. Tener que sentir tu dolor de padre desde la frialdad de un monitor de computadora. Se que nada de lo que diga podrá hacerte sentir mejor, pero, si fuera posible de algún modo, te acompaño en este terrible trance. Soy padre de una hermosa niña, mi princesa, y puedo imaginar lo que sientes.

    En nombre de mi hija adorada y en el mío propio, te envío todo mi apoyo y mi solidaridad, así como la fortaleza que en un momento como este es necesaria.

  18. Estimado Jorge:
    No lo conozco, me topé por casualidad con su blog…
    Sé que las palabras no sirven cuando pasamos por un momento así; si sé lo que se siente cuando perdemos tan importante en nuestra vida, jamás lo compararía con su afecto de padre, por esa irregularidad de la naturaleza que el hijo se vaya antes de los imaginado…
    Yo perdí a mi hermano, mi vida, de manera injusta y aún no lo he podido comprender; tan sólo contaba con 23 años. Su sonrisa iluminaba mi día, cuando estaba en medio de preocupaciones; sus abrazos me daban la fuerza para continuar luchando por mis sueños…
    Despedirse cuesta y uno no se acostumbra, ser fuerte y afrontarlo más, pero leo que cuenta con unos amigos y una familia que lo acompañará en estos duros momentos,
    Le envío un enorme abrazo y mis más sinceras condolencias…

  19. Estimado Jorge:
    No lo conozco, me topé por casualidad con su blog…
    Sé que las palabras no sirven cuando pasamos por un momento así; si sé lo que se siente cuando perdemos a alguien tan importante en nuestra vida, jamás lo compararía con su afecto de padre, por esa irregularidad de la naturaleza que el hijo se vaya antes de lo imaginado…
    Yo perdí a mi hermano, mi vida, de manera injusta y aún no lo he podido comprender; tan sólo contaba con 23 años. Su sonrisa iluminaba mi día, cuando estaba en medio de preocupaciones; sus abrazos me daban la fuerza para continuar luchando por mis sueños…
    Despedirse cuesta y uno no se acostumbra, ser fuerte y afrontarlo más, pero leo que cuenta con unos amigos y una familia que lo acompañará en estos duros momentos,
    Le envío un enorme abrazo y mis más sinceras condolencias…

  20. ¡Qué suerte la de Gaby de tener una vida tan bella y plena y todo el amor que la rodeó y un padre como tú! si hasta con gente a la que no conoces personalmente, como yo, siempre fuiste tan animoso y cariñoso, ¡me imagino cómo serías con ella! por eso tenía siempre esa sonrisa que se queda con nosotros; su novio y ella deben estar agarrados de las manos, mirándonos, sonrientes

  21. Jorge, por aquí he estado flotando en tu entorno desde las listas de correo. Supongo que la muerte nos une aún a los que no nos conocemos. Que esa lágrima que se asomas es la misma, la que se asoma por detrás de la nube y se deja caer. Irrevocable el salto, irrevocable el tránsito, irrevocable la unión y vivido, y el amor que se riega y persiste.

  22. Jorge, tengo el corazón arrugadito después de leer mas de 20 veces tu relato, me es imposible imaginar el dolor que puedes sentir, pues cualquier comparación se hace minúscula…solo puedo abrazarte y abrazarlos donde estén…hay cosas que no entendemos porque pasan, pero pasan…un abrazo afectuoso

  23. ¿Cómo acompañar el vacíoque deja la sorpresa desde este lado del teclado? Sòlo sè que el dolor a veces convoca al silencio y que la compañìa sincera aporta al espìritu algo de solemnidad. Vaya hasta ti y a los tuyos la calidez de la comprensiòn y una frase que me acompaña desde que los mìos partieron «La verdadera muerte es el olvido»… La memoria siempre serà la vida eterna.
    Con el respeto de siempre
    Ingrid

  24. Estoy absolutamente muda ante esta malanueva, no tengo palabras que puedan acompañar a tu dolor de padre y amigo que ha perdido la joya de su vida, a su otro corazón, solo me queda decirte que estoy contigo en estedolor que se no podrá ser aliviado pero que debera dar frutos de mas amor y valor por los amores qeu aún cuentan contigo. Ella se fue con la convicción de ser amada y se fue acompañada de su amor y con el tuyo.
    Un abrazo grandote, mi aprecio y afecto
    Georgina

  25. Jorge no sé qué decir. Esta noticia me ha dejado en el sitio. Qué terribles momentos debes estar pasando hace poco viví la pérdida de mamá y por estos días he estado recordando lo que dicen que no todas las pérdidas son iguales … un hijo o hija nos dejan la vida a medias ….

    Y pensándote esta tarde, mientras intentaba arreglar el jardín de mi mamá, recordé cuando me contaste de una pequeña llamada Gabriela que se sorprendía de que su colegio le hubieran puesto su nombre y preguntaba si era en su honor…

    Un abrazo solidario querido Jorge … no dejes de lado este inmenso dolor. Ponlo enfrente de tus ojos, y deja que tus cercanos y Marianita y Jorge te ayuden a aliviarlo y a vivir con él.

    Besos

    Mariángela Petrizzo

  26. Al leer estas líneas te siento más tranquilo,lleno de amor y de buenos recuerdos,eso me alegra saber que encontrarás motivos de sobra para seguir adelante, tu hija tuvo la dicha de tener en su corta vida a un padre maravilloso a veces se vive mucho y se ama poco.

  27. Querido Jorge:

    Paso tambien por acá a dejarte un abrazo con la misma sensación de dolor, tristeza y al mismo tiempo celebración de tu lucidez y de la fuerza y entereza de tus palabras. Podría decir como Iria, por ejemplo, que te acompaño desde la lucidez de quien sabe, aunque no hay un mismo dolor y no hay sustitución posible solo la certeza de que ella siempre estará contigo como tú lo has estado, estás y estarás con ella. No hay palabras solo el recuerdo de una sonrisa que refleja la plenitud de la vida, más allá de su ausencia.
    Un abrazo profundo .

  28. La sorpresa de la partida de Gabriela Cartulina, de nuestra Gaviota, de gaby…. dejará en nuestros corazones un sabor amargo contra la vida… esa que te consume, sin dejarte compartir momentos inolvidables con tus seres queridos.
    Jorge… no sabes cuanto dolor e impotencia me da pensar en el tiempo que tenía que no veía a gaby, que no compartía con ella, para que me inundara de esa sonrisa grande que iluminaba su cara, tantos momentos que como FAMILIA, dejamos perdidos en el pasado sin poderlos disfrutar….
    Extrañaremos su alegría, su valor, su fortaleza, pero sobre todo a ELLA…
    Te quiero mucho… me duele que tengamos que pasar por esto, pero tengo la certeza que amanecerá mañana…
    Que Dios La bendiga

  29. Jorge…
    un abrazo silencioso para ti… y para tu hija esté donde esté…
    la vida es extraña y ruda, ojalá el espesor de estos días se disipe pronto…
    me invade el dolor al leer tus palabras, lo lamento…
    te acompaño en tu silencio

  30. Apreciado Jorge,

    Yo conoci a tu hija y a Ricardo, ambos excelentes muchachos. Comenzando la vida, les quedo tanto por experimentar. Leyendo tu nota, revivo el dolor de ese dia. Pero tambien siento una gran alegria de saber, por ti, que esa ultima tarde para ti y para ella fue linda, llenas de alegria y risas, de pensar en cosas buenas. Un abrazo para ti, aunque no me conozcas, lo lamento mucho.

  31. Tanto para mi mama como para mi este golpe a sido muy bajo GABRIELA no merecía esto. yo soy madre también de una niña. ojala pudiera dar mi vida y devolver la de gaby todos los días la recuerdo con su hermosa sonrisa. y cuando estaba chiquita que decía que se llamaba GABRIELA carolina gomez ramirez portillo era única solo ella y su hermosa sonrisa.

  32. Quien vive con un adolescente sabe que estos, se apoderan de toda la tecnología que se encuentra en casa y que incluso la usan toda al mismo tiempo. Bueno, este es mi caso. Razón por la cual no había entrado a revisar correos ni a entretenerme un poco leyendo y viendo a la gente querida. Ahora lo hago aprovechando un descuido del menor. Pero Jorge nunca imaginé toparme con estas, tus líneas de despedida para Gaby. Y con el corazón remangado te digo (al igual que todos los que me anteceden) que no hay palabras que consuelen. Así que solo queda recordarte que estamos aquí. Contigo y para ti. Proporcionándote compañía si es lo que quieres, conversaciones que intenten distraerte aunque sea un poquito, o simplemente silencios que te cobijen si es eso lo que necesitas. Estamos aquí y te queremos mucho. Te envío un cálido abrazo amigo, ojala lo recibas con todo el cariño que te lo estoy mandando. Mili.

  33. Acabo de leer la nota y me he quedado mudo, sin saber qué decir. Probablemente las palabras tienen un límite, al menos las mías lo tienen. Pero si Gaby pudiera leer las palabras que has escrito, se sentiría la hija más afortunada del mundo.

    Un abrazo y todo mi ánimo.

  34. Estimado tocayo, no le conozco más que a través de Letralia y su literatura. Tengo cuatro hijos mayores pero todos solteros y en casa. Me causa una enorme tristeza pensar en el día en que alguno de ellos se vaya de casa, en la falta que me harían. No puedo ni imaginar qué sentiría si supiera que ya no les volvería a ver. Sé que humanamente no hay consuelo posible ante un dolor como este. Soy cristiano y, ante la pérdida que he experimentado de seres queridos, sé que sólo Dios puede consolarnos cuando se cree en Él. Oro por usted y su familia, para que Él les asista en tan tristes momentos. Un abrazo desde Santa Cruz del Quiché en Guatemala.

  35. Amigo Jorge,

    Sospechaba que algo estaba sucediendo con la puntualidad de Letralia cuando pasaron dos semanas y no había aparecido el nuevo número y cuando leo en la portada In memoriam, enseguida busque en tu blog la razón y es terrible. Lo siento mucho. Tengo un hijo nacido el mismo año en el que nació Gabriela Carolina y por el amor que le tengo me imagino el dolor por el que estás pasando. Y digo me imagino porque nadie sino tú puede saberlo. También me imagino que el viaje del que hablas era el que me habías comentado unos días antes del accidente que iba a ser hacia el oriente del país y nos ibamos a poner en contacto via telefónica porque andaba por allá en esos días. Permíteme acompañarte en el dolor y en la tristeza, aunque sea a lo lejos, tanto a ti como a tu familia.

    Un abrazo,
    William Guaregua

  36. hace un momento hablé contigo. mis palabras eran inadecuadas pero mi cariño y yo estábamos allí contigo. tengo un nudo sigue en la garganta así que espero sabrás perdonar este torpe mensaje. me vino a la memoria la muestra fotográfica que Gaby hizo hace un par de años acerca de la región en que ustedes viven, tus palabras de entonces y tu orgullo de padre me radiografiaron tu corazón y el amor por tu hija… mi jorge, tan lindo, imagino que oíste cómo se me quebraba la voz y por eso me dijiste que te ayudaba saber que hay tantos amigos que se acuerdan de ti en estos momentos. aprendí a quererte mucho jorge, entre otras cosas, porque siempre fuiste un hombre entero, la misma persona dulce e inteligente que conocí hace décadas. hoy me sobrecoge tu dolor pero no dudo que sabrás reponerte y seguir adelante por tu hijos. tómate tu tiempo, amor, sabes dónde encontrarme.

  37. Y YO QUE TE CONTÉ CON IRA QUE MI HIJA DE 15 ESTABA EMBARAZADA Y ME HARÍA ABUELA, TUS PALABRAS NO ME LLENARON DE FUERZA ESE DÍA, PERO HOY AL LEERTE Y SABER DE TU DOLOR HE PODIDO ENTENDER MUCHAS COSAS. MI JORGE TE ACOMPAÑO PERO PERMÍTEME ACOMPAÑAR CON MIS PLEGARIAS A LA MAMI DE GABY, ME PONGO EN SU LUGAR Y NO ME ALCANZA EL LLANTO. ELLA DEBE ESTAR DESECHA Y NECESITA DE MUCHO AMOR. CUANTO ME HAS ENSEÑADO EN ESTE DÍA, DE UN SOLO GOLPE COMPRENDÍ QUE CUANDO ESE MOMENTO LLEGUE, PARA MÍ O PARA MI HIJA, TAMBIÉN QUIERO TENER UNA SONRISA DE ELLA Y BESAR SU FRENTE EN SEÑAL DE ETERNO AMOR. GRACIAS POR DARME TAN GRANDE LECCIÓN.
    UN ABRAZO QUERIDO JORGE
    MARÍA DEL SIGNORE

  38. Hola Jorge. Escribí un pequeño comentario en tu facebook cuando me enteré de la dolorosa noticia, pero fue muy corta porque en momentos como estos no se sabe realmente que decir, pero sí, está la intención de ser presencia y acompañar a la distancia. También es admirable tu preceder cuando ya estás trabajando a full con la literatura y enviando los enlaces.

    Gracias por servirnos de ejemplo con tu entereza.

    Un fuerte abrazo.

    Andrea

  39. Jorge:

    No sé qué decir… pero el estómago me dice que no soy capaz de saberlo, sólo sé que tengo también una hija de la edad de tu Gaby y no me puedo imaginar esa noticia. Amigo, disculpa por no hacerme presenteantes, pero sólo hasta hoy entré a LETRALIA, y vi el «In Memoriam», y quedé pasmado con lo que leo en tu BLOG. Si de algo sirve, un abrazo desde esta lejanía y los vínculos que generan las letras.

    De papá a papá, amigo… lo siento.
    De poeta a poeta… a verseador, a cuentero…
    Lo siento… amigo

    Desde Medellín… mis condolencias (y es un verbo que dice poco de lo que me duele tu muerte)

    Francisco Pinzón Bedoya

  40. Acabo de leer la trágica suerte de Gabriela y su novio.
    Comparto contigo tan tristes momentos, de todo corazón.
    La esperanza del viaje no puede compensar estas pérdidas.
    Sin embargo, la sonrisa y su talante permanecerán. A nosotros nos queda apoyarnos mutuamente en el dolor, tratando de mantener abierta la espita de la esperanza.
    Un fuerte abrazo.

  41. Estimado don Jorge: Acabo de escribirle ahora mismito un mensaje particular y privado expresándole nuestras condolencias, las de mi marido, Miguel Díez R., y las mías. Pero quiero que también aquí, públicamente, consten nuestra simpatía y nuestro apoyo en estos momentos de dolor.

    Le deseamos paz, serenidad y mucho ánimo. Siga adelante, amigo.

    Un afectuoso saludo de Paz y Miguel

  42. Un abrazo muy fuerte y cálido con la fuerza de la amistad profunda y la complicidad que da el tener hijos y haberse asustado alguna vez con la posibilidad de que algo les pase. Tu hija, a través de tu texto, ya està en el corazón de quienes lo leímos. Otro abrazo, Marisela

  43. Amigo, no he tenido valor para escribirte, pero ¿qué te puedo decir para que alivie tu dolor? Yo fui testigo prácticamente del cómo se concibió Gaby, fui a verla cuando nació, allá en el Padre Machado, y cuando le decía a Raiza lo feliz que me hacía formar parte de sus vidas. Tengo el corazón hecho pedacitos. Quizás Dios necesitaba otro angélito bello para engalanar el cielo. Quisiera estar contigo.
    Maribel

  44. Mi querido amigo Jorge,

    ¿Qué puedo decirte que signifique lo que deseo hacerte llegar? No hay palabras.

    Llegue a ti un abrazo muy largo… Y si de algo te sirve, cuentas conmigo siempre.

  45. Estimado amigo:

    Veo que se ha perdido mi mensaje de hace unos días, en el que te daba mis condolencias y te mandaba un fuerte abrazo. ¡Para colmo al ver las fotos de Gaby y su novio uno siente que podrían ser sus propios hijos!

    ¡Fuerza, amigo!

    Carlos Schulmaister
    Argentina

  46. Hermano soy amigo de ruben tu cuñado se por lo que pasas ya que yo perdi a mi hermana menor en un accidente similar en el 2006 y te hablo como hijo y hermano el dolor es indescriptible han pasado casi 4 años y lo tenemos intacto mi mama no para de sufrir a igual que mi padre lo unico que nos alienta es una beba que nos dejo la cual estoy criando yo en mi matrimonio es dificl cuando me decian que el tiempo ayuda en el momento no lo creia pero si alivia un poco solo queda pedirle a dios fuerza para resistir estas tragedias hermano de corazon le deseo que dios los abraze con sus alas de fortaleza para que les alivie su dolor sin mas que decir saludos cordiales….

  47. Al leerlo, Jorge, me puse a pensar obstinadamente que era una ficción, bella, que habías escrito sobre un tema muy triste. Estoy con vos, y a diferencia de vos, sin palabras; menos aún tan bellas como las que has sabido hallar para expresarte y permitirnos conmovernos a tu lado. Un gran abrazo.

  48. wao Jorge… no se se decirte que bello…. pero sensible…. bello no puede ser porque sé el dolor que encierran estas palabras… sensible porque muestra mucho amor…. sólo unas palabras que quizá no te lleguen ahora… pero estoy segura que si mañana…EN DIOS TODO SE PUEDE….

  49. Imaginaba al principio de la lectura que harias referencia a los celos con fuerza disimulados que provoca ese «…tengo novio». No tengo palabras que puedan consolar. Que Dios le de la fortaleza que necesita.

  50. Jorge, fuiste afortunado por tener una hija como tú la describes. Un regalo de la Vida. El alma de tu hija te acompaña y su amor sigue intacto. Que la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo te guarden y te den la fortaleza para continuar el camino. Un fuerte abrazo, Carmen Cristina

  51. Jorge, no nos conocemos, soy lectora ocasional de tu blog y simplemente pasaba por acá. Me rompió el corazón saber lo de tu hija, y sólo quería hacerte llegar un abrazo grande a la distancia y palabras de aliento. Gracias a Dios tenés más hijos, aunque nada va a reemplazar nunca la ausencia de Gaby en ellos tenés que encontrar la fuerza para volver a sonreir.
    Nada más, mucha fuerza!!!

  52. Jorge, el tiempo pasa, pero los recuerdos siempre quedan. Rompí a llorar cuando leí tu carta, es muy profunda y llena de sentimientos, en verdad no hay palabras de consuelo, solo me permito y si tu lo aceptas enviarte un fuerte abrazo a ti y a tus familiares. No nos conocemos, y aún así siento como comparto tu dolor. Solmante el tiempo nos puede ayudar a soportar tan grande herida.
    Mi respeto y admiración.

  53. La palabra es nuestro signo… decirte Jorge letralia que no tengo palabras para acompañarte en este dolor es una farsa. Me he enterado en el Blog de Carmen Cristina Wolf de la temprana partida de tu hija.

    Leí tu texto, leí tu texto, leí tu texto… y como agua fría muy fría aún recorre mi tuétano esta frase: Como un insuficiente tributo a tu sonrisa.

    Entonces lloré infinitamente por los dos hijos que tengo y que no se me han muerto. Lloré con un dolor prestado desde tu dolor que debe ser infinito como la sonrisa de un niño.

    Somos vecinos de esta comunidad virtual, y aún no hemos tenido el honor de estrechar manos, pero te acompaño en este cercano desencuentro de la muerte que lamentablemente no fue la nuestra.

    Un abrazo Jorge.

  54. Amigo Jorge:

    Visité tu bitácora, para encontrarme con tan penosa novedad. Mi pésame ante esta pérdida, que, como padre, entiendo que es la mayor que puede concebirse.

    Un abrazo afectuoso.

    Juan Planas

  55. Jorge, me has dejado helada al seguir leyendo tu narración, es que no pensé que terminaría de una manera tan triste, un relato que me entusiasmó por lo lindo que escribías sobre tu hija… definitivamente alguien que escribe así de un hijo sobre todo describiendo la situación conocida por todo el mundo como la más dolorosa que puede vivir un ser humano ( la perdida de un hijo), tiene mis respetos y admiración.

    Felicitaciones por tu sensibilidad, tu manera de escribir y por supuesto por el maravilloso recuerdo de tu hija.

    Con cariño desde Chile Roxana Rodríguez L.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

10 + 20 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.