Los cables anunciaron hoy la triste noticia de que la escritora argentina María Elena Walsh ha muerto a los 80 años. Además de una breve nota luctuosa, El Clarín publicó en su revista Ñ una entrevista en la que la escritora y compositora se muestra «más encendida que rara», admite que no sabe quién demonios es Harry Potter pero advierte que no le dan asquito los best-sellers. Y habla, también de cosas perdidas:
El otro día leí que hay una serie de cosas que han sido erradicadas de la escuela primaria hace mucho tiempo. Ir al diccionario, leer en voz alta, memorizar una serie de cosas que me parecen todas muy útiles. ¿Cómo sabe la gente cuántos días tiene un mes sin saber el versito «Treinta días trae noviembre»? ¿Si no memorizaste eso, cómo hacés? La lectura en voz alta te obligaba a pronunciar bien para ser entendido. Y también se perdió el diccionario. Una vez hice un viaje en un remisse, y el remisero me dijo: «¡Mire, qué suerte que la llevo porque hace veinte años que le quiero hacer una pregunta! ¿Qué quiere decir malaquita?». En cualquier diccionario lo podía encontrar, pero veinte años le llevó sacarse la duda. ¡Pobre hombre! Es muy triste la vida sin diccionarios.
Y sí, es muy triste la vida sin gente que le dé vida a esos diccionarios, también.
Yo tuve la suerte de que mi padre me decía siempre cuando me fui a estudiar a Madrid: «No te olvides del diccionario» y siempre lo consultaba. A veces pasaba horas buscando palabras, descubriendo lo que querían decir. Sí el diccionario y aprender cantando fueron, en mi niñez y adolescencia, mis mejores compañeros de viaje.
Un abrazo.