Un lugar destacado en las obras completas de Federico García Lorca está reservado para sus dibujos. Es cierto que de alguna manera se trata de los dibujos de un niño; es cierto que sus dibujos son a la vez sencillos y potentes como su poesía.
En 1924, en su dormitorio del tercer pabellón de la Residencia de Estudiantes, admite ante el pintor Gregorio Prieto que muchos de sus conocidos desechan sus dibujos; «yo te los doy porque sé que tú los guardas, y algún día, cuando me muera, los harás famosos».
El mismo año Rafael Alberti subirá a ese dormitorio de la mano de Prieto. No es posible imaginar un encuentro de tal magnitud; mucho menos comprender que encuentros como este eran comunes e involucraban además nombres como Buñuel, Cernuda, Dalí, Neruda.
También a Alberti le impresionan los dibujos de García Lorca, sobre los que escribirá años después:
Cuando cogía unos lapicillos de colores o la misma pluma con la que escribía sus poemas, seguía teniendo una frescura de fontana, una gracia como de juego en la calle, de sonrisa de patio, de gallo de veleta, de todo aquello que había visto —u oído— no sabía cuándo con los ojos de su niñez granadina: jarrones con peces y flores, vírgenes atravesadas por puñales, niñas en las ventas y azoteas, ángeles de las torres, manolas, arlequines, bandoleros y marinerillos ebrios y enamorados, todos los temas y figuras de su poesía lírica y dramática, hasta el momento del Romancero gitano, un año antes de irse a Nueva York, época en que cambia su estilo, contagiado sin duda por la atmósfera surrealista que ya se expendía por casi toda Europa.
El poeta Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 y, absurdos mediante, no vivió cuarenta años.
Jorge querido recibe en principio mi saludo y mi deseo por tu triunfo en 20 minutos. Al respecto de Lorca debo decir, alguna vez tuve la oportunidad de asistir a una exposición conjunta de algunas de sus pinturas y fotos y libros y cosas así, debo decir pues, que no me atrae mucho y que la «Frescura de fontana» es para mi Simpleza, pero no de la que se aprecia y se agradece sino una más parecida a la bobería como dice el diccionario. En fin, que nadie ha dicho que no sea el grande que es.
Jorge, los dibujos de Federico son una auténtica belleza. En algunos casos, su bella gráfica torpe servía para representar de manera veloz alguna idea para el teatro (un escenario, un traje, una caracterización, una escena…) y en otros servía para aderezar con viñetas sus propios libros (como sucede en la edición de Poeta en Nueva York, obra en la que los dibujos también forman parte de su poesía).
Si se tiene la sensibilidad suficiente para ello, los dibujos de García Lorca (sobre todo los lineales) deben verse con la misma admiración con la que se observa su caligrafía… De hecho: Federico dibujaba cuando escribía. Observen, como ejemplo, la extensión que le daba a las iniciales de su nombre y sus dos apellidos, sin contar con que a veces estampaba el dibujito de una luna acompañando su rúbrica. Si se ve una página caligrafiada de este gran poeta, se verá que era un hombre consciente de la gráfica que su escritura a mano dejaba sobre la página.
Perdonen Uds. si me extiendo, pero los dibujos de Federico merecen más atención de la que les prestamos.
Si quieren hacer un bonito ejercicio, comparen los dibujos y las respectivas caligrafías de Federico García Lorca y de Jean Cocteau. Mientras uno le agregaba el dibujo de una luna a su firma, el otro colocaba una estrella. Ambos eran poetas, ambos escribían y dibujaban con líneas muy delgadas y muy gráciles sin prestarle demasiada atención al detalle, a la perfección formal ni a la «trascendencia» de sus trazos más bien rápidos y desinteresados de todo clasicismo. Ambos le daban importancia a la letra escrita a mano, ambos combinaban gráfica y palabras, ambos estaban relacionados con el surrealismo, etcétera, etcétera.
Como ven, soy admirador de estos dibujos cuya belleza no se encuentra en la superficie ni en su parecido con las obras de grandes artistas.
Entre nosotros los venezolanos hay un artista que ha estudiado muy bien esa relación entre escritura y gráfica. Me refiero a nuestro Pedro León Zapata. Tómese cualquiera de sus caricaturas y compárese con el fumeto, o simplemente con el texto que la acompaña… Nótese que ambas comparten el mismo espíritu, en este caso satírico… Esa relación no es gratuita. Eso se hace a conciencia, como sólo lo hacen los verdaderos artistas.
Un abrazo para todos.
Roberto Echeto
soy también un admirador de los dibujos de García Lorca desde hace ya muchos años cuando los descubrí en un libro perdido en la biblioteca de la USB. Y con respecto a Zapata coincido con lo de que es un «verdadero» y gran artista.
Los dibujos de Lorca son Lorca en dibujos.
Hola! he llegado a tu blog buscando cosas de Lorca e Ian Gibson… muy interesante tu blog, lo leeré a menudo. Un abrazo!
Oye, esto me parece muy interesante, estoy en aras de diseñar un taller de lectura para niños, dònde Garcìa Lorca es el principal sustento y creo que me seràs de mucha ayuda. Culiacàn, Sinaloa, Mèxico.
Escribes sobre uno de mis poetas favoritos, acabo de actuar en la obra Destino de Unicornio sobre Lorca y te agradezco la ternura y belleza conque escribes esta nota, Carmen Cristina Wolf
http://www.portalmundos.com/mundoliteratura/escritores/federicogarcialorca.htm
No sólo dominó a la perfección el arte de la escritura, también sus dotes de pintor eran muy notables.
me parese que tus obras son muy bonitas que me uviese encantado verte
me paresen muy interecantes tus dibujos
Muy buen escritor, pero mal pintor o dibujante. Esos dibujos pueden decir mucho pero no basta con eso, ¡Dalí también decia mucho en sus obras y no eran garabatos de un nene de 7 años!.
Aunque, los que son lineales estan mejores que estos, igualmente no se lo puede considerar un gran artista viendo ese aspecto, el artista esta en sus escritos.