En Gales existe un proyecto de ley que impediría la presentación, en obras teatrales, de escenas cuyos personajes mantengan contacto físico íntimo. Esto es, nada de besos y amapuches sobre las tablas.
La medida es una reacción a los casos de abuso sexual en que se han visto involucrados diversos docentes en ese país. Al parecer, se ha hecho común que los profesores que dirigen grupos teatrales en los centros educativos sean acusados de abuso sexual cuando las obras incluyen escenas demasiado calientes.
Tras la disparatada directiva teatral se esconde una tragedia real. En el 2001, un profesor de arte dramático, John Owen, fue acusado de haber abusado de sus alumnos. Un día antes de comparecer ante el tribunal, el enseñante se suicidó.
Owen estaba montando, en la escuela Ysgol Gyfun Rhydfelen, de la localidad galesa de Pontypridd, la obra Equus. La conocida pieza de Peter Shaffer contiene escenas de violencia y sexo, de las que según la denuncia, Owen se sirvió para seducir a los jóvenes actores.
¿Una consecuencia directa? De aprobarse el texto legal, cada vez que Romeo quiera besar a Julieta tendrá que hacerlo en la mejilla. Nada emocionante, ¿verdad?
otra mas…. de muchas «bizarradas» humanas…
Impresionante.
¿Será por estas cosas que los actores tienen fama de promiscuos?
Es cierto que algunas veces, vemos escenas que me parecen excesivas, pero esta pretención resulta absurda. Maestro, mil y mil gracias por el link a los dos blogs, es un honor no imaginado.
¿Consecuencia directa del beso en la mejilla? Le resta toda la credibilidad a la obra, claro.
Si es que vamos patrás
es como prohibir los tacos porque a alguien le hicieron daño
La pasión contenida 🙂
Asi ya no tiene tanta gracia ser actriz 😉