Muy encendido la emprende José María Gatti contra los antiguos detractores de Borges, a quienes llama “intelectuales hipócritas” por exaltar hoy la memoria del Viejo:
Recuerdo a muchos que se burlaban de su discapacidad y no eran pocos los que hablaban sobre su sexualidad. Le criticaron hasta el hartazgo sus amistades, su juego literario sobre el tiempo y el espacio, su pertenencia a una familia de la alta burguesía, su educación europea, su estética que pasaría a ser la “estética borgeana”.
José María es letraliano y no sólo sabe ofuscarse. En su blog cuenta también la peripecia de su cuento “La sublime redondez del sexo”, que demuestra tener una muy borgiana vocación apócrifa: por un lado el cuento fue publicado sin su conocimiento en los enrojecidos bytes de una página porno y, por otro, esto ocasionó alarma en una amiga suya que se cree la protagonista del relato.
Parece que la redondez del sexo le cuadra a las amigas y a las páginas porno, incluso a Borges por tanteo.
Lo divertido de lo de la amiga es que si el cuento decribiese una mujer delgada y de buena figura, ninguna se hubiese atrevido a decir «esa soy yo» aunque lo pensara…muy bueno el cuento y los comentarios. Borges?: Solo lo contrario de lo que está viviendo el equipo de fútbol de su mismo país en este momento 🙂