Ayer fue publicada esta nota, según la cual la organización de los records Guinness ha reconocido a L. Ron Hubbard como el autor traducido a más idiomas en el mundo, pues sus libros han sido publicados en 65 idiomas. Sin embargo, Guinness dice que el récord le pertenece a Sidney Sheldon, con 51 idiomas. Yo que me pongo prejuicioso con Mr. Hubbard pienso que es un embuste, pero es posible que la página de los Guinness no se haya actualizado con el nuevo récord. Hubbard es el creador de la cienciología, esa seudociencia, o seudorreligión, que tanto le gusta a Tom Cruise aunque le saque llagas al rostro de su amada Katie. Además, en la página oficial de Hubbard, siempre con el tono estridente que lo caracteriza, dice que el tipo es, entre otras cosas, filósofo, poeta, marino y hasta músico. De hecho, tiene un tres venezolano hecho en Carabobo, aunque él le dice «ukulele». Tendré que preguntarle a Fósforo (quien además de ser de Carabobo escribe un excelente blog sobre música) si tres y ukulele son la misma cosa.
Interesante amigo!!!
No Jorge, estás equivocado, el tipo, que murió en el 1986, no es un embuste, fue un genio del «marketing»… 🙂 Dejó detrás un imperio que sigue creciendo y, a pesar de que en vida tal imperio era un pequeño reino, los que quedaron detrás han sabido usufructuar sus conceptos. Su «sabiduría» se comparte por un precio. En cuanto a seudorreligiones es una de las más elitistas que existen y donde cuanto más dinero tienes para pagar los sucesivos «niveles» de iniciación, más alto es tu prestigio. Por eso es una religión que atrae a tanta gente pudiente como Cruise y Travolta.
Los cultos religiosos son de temer y pongo a la cienciología en el mismo nivel de la iglesia del coreano Moon. Elitismo, en el nombre de cualquier religión, es algo que encuentro repugnante. El espiritualismo honesto no tiene precio de admisión.
Hay buena información sobre Hubbard aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/L._Ron_Hubbard
Con respecto a los records Guines no comprendo que se le toma de valor literario a Ronald Hubbard, si es lo mismo que Jorge Bucay o pablo Coelho. Además, tenía entendido que la Biblia era el libro traducido en la mayor cantidad de lenguas. Los Yanquis son propensos a adueñarse de todos lo records y si no existe lo inventan. Y dónde están sus libros traducidos al español, busque y no encontré ninguno.
Hombre, faltaba más… 🙂
Dianética
También lo tienen en Swahili y en Xhosa… 🙂
L
Encuentro una bitácota muy interesante la tuya, Jorge, y que, de alguna manera, me resulta familiar en asuntos como la editorial Nuevo Ser, a la que sin conocerla, envié un texto y al poco tiempo me contestaron que había sido seleccionado para integrar un libro cooperativo. ¿Cómo?, les respondí, si yo envié el material con seudónimo y aún no ha vencido la fecha del falla, ¿cómo saben ustedes mi nombre, mi correo electrónico, y ya me tienen «seleccionado» para la edición cooperativa? No, gracias.
Ahora, sobre L. Ron Hubbard, yo también juraba (y jurar no es debido) que la Biblia era el libro más extendido. Pero recientemente tuve noticias con mi amigo Martín Palma de que El Principito, de Antoine de Saint Exupéry, gozaba de 120 traducciones. De modo que el señor Hubbard no está ni cerca.
Gracias, Jorge, por permitirme esta osada intervención. Vine a conocer tu bitácora que, junto con Gandica, son las únicas postuladas por Venezuela para el premio «Atina Blog Awards 2005».
Cordial abrazo.
Jorge:
Existe unas cuantas diferencias entre el ukulele y el tres. El primero es un instrumento de cuatro cuerdas típico de la música de Hawaii, aunque de raíces lusitanas, mientras que el tres es de origen cubano y posee tres pares de cuerdas, el cual es uno de los instrumentos típicos en el Son cubano. Sin embargo, el tres se ha ido extendiendo por varios lugares de América, entre los que vale mencionar la región de Veracruz, México, donde de utiliza en el estilo llamado «Son Jarocho». Sin embargo, en el estado Carabobo existen grupos de parrandas que utilizan el tres.
No dudo que Hubbard tenga un tres hecho en Carabobo, ya que hay luthiers que se dedican a la fabricación de instrumentos de cuerdas y el tres es muy similar a la Guitarra, en cuanto a hechura y forma se refiere.
Gracias por los comentarios referentes a mi página y al trabajo musical que realizo.
Una vez más, excelente el blog que realizas.
Seguimos en clave…
Jorge:
Estuve visitando el sitio a que haces referencia en tu nota. El instrumento que allí aparece en una foto es un cuatro venezolano.
Saludos
Nina, gracias por tu visita. Siempre gustoso de ver tu blog, pleno de imágenes para eso, para el gusto.
Luis, daba como cierto que el tipo estaba vivo. En realidad no es que me maté investigando sobre él. Alguna vez fui a la sede caraqueña de su organización, atraído por una oferta de trabajo que al final era un engaño. Ya contaré la experiencia.
Bastián, creo que el récord se refiere a individualidades cuyos textos han sido más traducidos, en lo cual no aplica la Biblia. Y sus libros sí han sido traducidos al español: en Caracas los consigues hasta en los puestos de buhoneros. No he visto la versión en swahili, pero debe ser interesante. 🙂
Julio, muchas gracias por aportar tu experiencia con Nuevo Ser. Las fechas de sus concursos nunca expiran, como dije en mi nota sobre ese tema. (Ya corregí el problema con la dirección de tu blog).
Fósforo, un placer saber que leíste mi nota y que verificaste la información. Tenía dudas, pensé que podía ser un tres por problemas con la resolución de la imagen (o de mis ojos, más probable). Por cierto que alguien me pidió datos sobre luthiers. Ahora te lo remito.
Es cierto lo que dice el comentario nr.5 sobre la Editorial Nuevo Ser. Los concursos literarios que organizan son solo una estratagema para oferecer sus dudosos y carísimos servicios de publicación. Para seguir concursando hay que pagar la edición de una antología cooperativa que generalmente tarda años en publicarse y nunca se vende en ningún lado ni se le da difusión. Solo los autores que pagaron obtienen algunas copias. No se dejen engañar. Su titular se lama Gabriel Martin y fue acusado en varias ocasiones por delitos de estafas.